Postales de los alpes

Perros. Invoco mis recuerdos de Karuizawa y lo primero que aparece son perros.

Perros en cochecitos (para perros), perros en restaurantes, perros en zonas de descanso para mascotas en el shopping, perros en el hotel. Perros sacándose fotos con las primeras hojas rojas fuego de los momiji, perros con vestiditos kawaii, perros de pelaje largo-blanco-caro moviéndose al compás de la brisa.

No tengo una sóla foto de ninguno de ellos, lo que me hace notar cuán natural ya me es la pseudo-humanización de los perros tan de acá. ¿Lo comparto? ¿Lo juzgo? Ni idea, por ahora sólo lo analizo y pienso¹.

El Japón que habito es infinito, inabarcable y tentador, y estoy practicando elegir mis viajes de manera menos cerebral. En ese sentido, fue un lindo ejercicio haber elegido este destino sólamente por el clima², en lugar de hacer el deep dive al que estoy acostumbrada antes de un viaje. Lo que sabía de Karuizawa era: montaña, fresco, casas de fin de semana de la elite tokiota, naturaleza. Llegar con esa idea y encontrarme con niebla londinense, grupos de veinteañeras, perros y más perros me activó aún más la curiosidad.

En este rincón de los alpes japoneses, los días pasan lentos y la naturaleza determina los ritmos. Los fideos soba se hacen como me gustan a mí: 100% de trigo sarraceno (bien oscuros, bien masticables) y se sirven simples, con mentsuyu y tempura. En estos lares, todo lo que crece es tan fresco que las plantaciones de frutillas y el Farmers Market son algunas de las principales atracciones turísticas.

Karuizawa también tiene cascadas, lagos y acceso fácil al Parque Onioshidashi³. Pasar cinco días sin estar bañada en sudor constante ya era un logro, pero caminar por horas dentro de un parque de rocas volcánicas de una erupción de hace 300 años me hizo levitar de felicidad. Si me obligan a elegir una parte favorita de mi vida en Japón, seguro es cumplir sueños que no sabía que tenía.

1. Mi deporte favorito

2. La temperatura promedio de Karuizawa en verano es una de las más bajas de la isla central, con unos 10C de diferencia promedio con Nagoya, por ejemplo.

3. Que también es pet-friendly, obvio!